Ya estoy asumiendo que muchos resultados dependan de la actitud con la que enfrentemos las situaciones. Y el lunes es terreno fructifero para la mala suerte, malas vibras, malas coincidencias.
También, mala onda, como por ejemplo: que mala onda haber tenido que cambiar mis contraseñas, por la evidente desconfianza. Mala onda, que tu acostumbrada y veloz forma de tipear el acceso, ese hecho por inercia y rompiendo the speed of sound, ahora lo hagas, y veas en rojo "la contraseña o el usuario ingresado no es válido". Ahí, lentejamente ponemos la nueva. Mala onda que se me olvide, mala onda acordarme por que se me olvida. Me carga el lunes. Sólo cuando pienso en los ojitos puedo ver tranquila, ya que mis pass ahora tienen relación con ella y para saber de ella es que las tipeo. Yuhuuu!.
Mal por la atención telefónica en Chile. Circulo vicioso que tras 15 minutos de espera con una música lenta, huevona y repetitiva, no provoca más que ponerte de MAL genio. Así respondes con un "aló" golpeado, en el que no saludas, sino echas la foca y el que está al otro lado, claro, debe defenderse...o ser depredado.
Poca y mala la información general de nuestro soberano país. Estamos tan acostumbrados que nos den la mamadera en la boca y quedarnos contentos, que cuando se nos ocurre algo...paf!...resulta que no sabemos donde consultar. Me incluyo, soy parte del bodrio sistema capitalista y mongolificador. Estoy averiguando hace 4 horas el estado de un envío desde el amado extranjero y los servidores públicos no tienen idea. Siendo consecuente con lo que escribo, la furia la recibe mi úlcera y el "porfavor y gracias" me calman...aunque no sepan nada de los que les pregunto. Fuck it.
Ahora tengo que ir al centro de Santiago, puta la weá, no traje mis lentes oscuros. Crucen todo lo que tengan para que no me de una de mis fantásticas jaquecas. Si acaso les importa.
En el tintero: Esto se está volviendo demasiado personal. No es la idea. Pero que lata empezar denuevo.