V.- Home Run!

Verdad Nº 1: Las cosas más divertidas pasan en los días que más te agradan.

Ejemplo:
Una mañana fria, apunto de llover. Sin sueño al despertar, la ropa favorita calzaba perfecta, no habia ningun pedazo de carne de más colgando por ningun lugar y el make up acentando (y acentuando) muy bien cada uno de los hermosos rasgos mate.

Caminar relajadamente, con tiempo de más, respirando como oxígeno puro las minigotitas de una mañana húmeda y fresca, darle play justo a la canción que querías escuchar (Suddenly I See, KT Tunstall) y pasar a comprar rico desayuno.

En la entrada del negocio hay un portal con bellas plantas colgando, formando un arco de bienvenida. Sin duda en una mañana de esas, se podía percibir cada uno de los colores, sobretodo el de las flores de más arriba. Así, con la mirada en alto, poco se puede percibir lo que hay en el suelo.

Una vez hecha la gran entrada del gran y hermoso día algo salió lanzado de entre los pies. Para cuando bajé la mirada, me dí cuenta que era una paloma que estaba entumida en la entrada de la puerta. ¡SALIÓ RODANDO CASI HASTA LA CAJA DEL NEGOCIO!.

*Risotadas*

Escuchen la canción si les apetece.

IV.- A. Travelling.

Historia de un Transantiago: 403 La Reina.
De pié y con el mp3 descargado.


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- Mi nieta me contó que iban a sacar celulares "para abuelitos" - dijo la que iba sentada a su amiga que iba de pié. Ambas de unos 60, 65 años.

- ¡Pero si no es tan dificil ocupar un celular!, yo me acostumbré lo más rebién!

- No sé, tengo uno y no lo ocupo, mi hermano dice que es muy útil, yo no sé...

- Yo también pienso lo mismo

- ¡Bah!, el que tengo se me descarga y nadie me llama, así que no sé pa' que lo tengo

- ¡Pero si yo te llamo y nunca contestas!

- Pero es que está en la cartera, ¿cómo lo voy a escuchar?


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III.- Absolut Fail

Martes Frío.

Ella, haciéndose la misteriosa criatura de invierno, salió de la casa enfundada en negro. Pantalones negros metidos dentro de las botas negras de cuero, suéter negro escote en V (de Vendetta); chaqueta de cuero larga y negra, audifonos negros, mirada oscura. Solo su bufanda podía marcar la diferencia, de un color rojo sangre.

Adrentrose en el mundo de los comunes, dando cada uno de sus pasos con la presición con la que un pianista palpa a penas las blancas y negras de su piano. La verdad es que mas que caminar, parecía un vuelo a ras, como si de un cuervo se tratara.

Paseó delante de ellos, mirando en cámara lenta las caras de cada uno de los amarillos, rojos y verdes que estaban ahí, "haciendo la hora". Ella pasó donde iba, pidió con cortés frialdad lo que tenia que retirar, y del mismo modo se despidió de las dos bellas damiselas que estaban a cargo. Sonrisas para despedir.

De regreso todo igual. Bajar el mismo ascensor, con la música separándola del exterior, y evitando el mayor contacto posible. Salió, caminó (o voló) y llegó al lugar donde podía tomar algo de regreso.

La oscuridad tan amada de este ser, se vio teñida de un verde manzana. El más chillón de todos, el mas desubicado de todos, el que claramente, llego para jorobarnos.

LA BOTA, magnifica, negra, de cuero. ¡¡¡ELLA!!!, no, ni siquiera ella, ERA EL CIERRE DE LA BOTA!!, se había abierto cual chauchera de $200, o mochila de colegial sobre cargado, y dejaba al descubierto un hermoso y por sobre todo LLAMATIVO soquete color verde manzana.

TRÁGAME TIERRA.
(Menos mal que ya venia la micro)