
Entre los que somos considerados "C3" (gente común), dentro de los estatus sociales de mierda, está un poco de moda ser un estresado, enojón y maltratador, como reacción ante los atropellos y vejaciones que se producen por no estar dentro del grupo social que te considera un pez gordo.
Hablando de peces gordos, esto llega a ser casi literal cuando de intentar llegar a tiempo a tus obligaciones se trata, que para llegar a la hora sano y salvo, lo mejor es pagar un poco de más, e irse en un auto colectivo o algo por el estilo (¿eso es medio verso o no?), compartir el espacio justo, y aprovechar bien el tiempo. Pero... ayayai cuando no se puede pagar eso, hay que afrontar el común denominador, y aceptar cabeza gacha:
1.- Esperar que el profesional chofer de micro se le ocurra pasar a tiempo
2.- Por el punto 1 salir entre 26 a 36 minutos adelantado
3.- Recibir y dar empujones a desconocidos
4.- Hacer fila...fila...y fila.
ENTONCES ES AQUIIIIII...cuando los peces gordos, son literalmente más aventajados, por que recibir un empujoncito de ellos, es terrible...y son tan enojones...igual que esas cagás chicas, con el ceño fruncido, que te gritan "avaaaancen"...oh...que onda...y te empiezas a contagiar, y el ceño también se te frunce, y la gente se transforma poco a poco en bolsas de boxeo potenciales. No...mi colon delicado lo cuido y trato de que no me afecte, entonces prefiero tomar esa actitud tan positiva de modelo cheerleader que a veces gracias me sale, y cuando estoy como en la 6º fila para intentar quedar frente a la puerta del vagón, agradezco, finalmente la "amabilidad" de las otras 6 filas que estan tras de mí, y que en un push similar al de los guerreros romanos de antaño, me dejan estampada en la muralla humana que forman los ya ocupantes.
Al fin y al cabo, los chilenos somos enfermos de responsables, y 08:45 ya estoy fuera del metro, caminando mis ultimas cuadras al trabajo.
Adelante estudios.
En el tintero: y agradezcan que no soy talibán.
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